#5 No he vendido nada, y tampoco pasa nada.
O como las decisiones que tomes pueden influir en la rentabilidad de tu producto.
Nocodehackers es una newsletter en la que cuento cómo evoluciona el proyecto desde los inicios y hablo sobre NoCode y diseño de producto.
Si quieres mantenerte al tanto de las nuevas publicaciones:
Esta semana no he vendido ningún curso. 0. Nada.
Y no pasa nada.
En esta newsletter me gustaría hablar acerca de las pequeñas decisiones que tomas al principio de un proyecto y las consecuencias que tienen en el corto/medio plazo.
Me gustaría hablar de cómo puedes crear productos de un valor muy similar, y sin embargo, que tengan unos costes asociados totalmente dispares.
🤟 Creando M.V.P. que sean realmente mínimos.
Cuando creamos un M.V.P. para validar una hipótesis, debemos hacerlo de la manera más mínima posible. Es decir, invertir la menor cantidad de recursos en validar una hipótesis - por que es probable que nos equivoquemos - ya sean a nivel de inversión en tiempo, o en dinero contante y sonante.
Y me gustaría contar dos maneras completamente equivalentes de validar una hipótesis. En concreto la que dio inicio a Nocodehackers.
Opción #1: Optar por una plataforma potente y con muchas posibilidades para alojar los cursos, por ejemplo Podia, en su plan de 39€/mes. Crear una web en Webflow, con un dominio personalizado a 18€/mes, y contratar Zapier para realizar automatizaciones con los usuarios cuando entren en tu plataforma y simplificar la gestión. Otros 25€/mes. En total, 82€/mes. Casi 1000 euros al año.
Opción #2: Alojar el curso en una plataforma gratuita (Thinkific), crear una landing page con subdominio.webflow.io, (gratis) e intentar reducir las integraciones al mínimo para no pasar del plan gratuito de Zapier. Coste total: 0€/mes.
En ambas puedes (y vas) a hacer lo mismo. Validar que hay tracción enviando tráfico a una Landing page y midiendo el número de personas que se inscriben en tu curso. Sin embargo hay una diferencia de casi 1.000€ entre una opción y la otra.
😅 No es oro todo lo que reluce
Está claro que la segunda opción es bastante más atractiva para esta situación. Sin embargo tiene una serie de limitaciones intrínsecas que tienes que comprender y entender para tomar la decisión de ir por esta vía.
En Webflow, con el plan gratuito, únicamente puedes tener 2 páginas publicadas. En Thinkific únicamente tienes la posibilidad de crear 3 cursos antes de necesitar pasar a un plan de pago (39€/mes también), y no te ofrece lo mismo que te ofrece Podia.
Y todas estas decisiones importan más de lo que pueda parecer. Aquí es donde entra el apartado de viabilidad, del M.V.P.
Puede que esta solución valga para los primeros usuarios y para validar una hipótesis. Pero ¿qué pasa si funciona y necesitas ampliar las funcionalidades? ¿Se adaptan estas plataformas que te ahorran costes a tus necesidades? ¿Cuánto es el incremento de precio? ¿Dejaría de servir? ¿Cambiaría la mejor solución?
En mi caso, la plataforma que he utilizado tengo la suerte de conocer sus limitaciones y características, y desde un principio había decidido que fuera Thinkific, así como la web sabía que sería en Webflow. Esto es así porque sabía más o menos que el M.V.P. no iba a ser cosa de una semana si no que me gustaría que el proyecto tuviera cierta duración en el tiempo.
Además, es muy necesario tener en cuenta cuáles son las barreras al cambio, o lo fácil que es exportar la información y migrar de una plataforma a otra, ya que te puedes ver atrapado en una plataforma que no te llegue a servir al nivel que esperas.
Con la evolución del proyecto, me vi en la necesidad de tener más páginas en la web, así como un dominio propio, lo que me lleva a tener que comprar el plan de pago de Webflow, lo que supone unos costes de 18€/mes.
Sin embargo, esos son todos mis gastos mensuales. El proyecto se podría mantener, y continuar generando ingresos sin la necesidad de aportar un € más al mes.
Buscando tener un burn rate lo menos posible (O que no “quememos” el dinero”)
El burn rate es una medida que nos habla de lo rápido que gastamos el dinero. Y siempre me resultó muy curiosa por que hay un término inglés curioso, “runway” que habla de los meses de vida que le quedan al proyecto al burn rate actual.
Hablar de proyecto en función del número de meses que quedan antes de perder dinero, genera una cierta presión.
Gracias a aquellos que han (habéis) comprado el curso de experto en Airtable, se ha generado un colchón suficiente como para poder reinvertir ese dinero en el mantenimiento de la plataforma. Y como los gastos (por el momento) son reducidos, puedo permitirme no tener prisa. Y eso es un lujo.
Si hubiera tomado otras decisiones, que podrían ser perfectamente legítimas - al fin y al cabo, sería una experiencia mucho más depurada y completa - tendría aproximadamente 2 meses de vida antes que los gastos superaran los ingresos.
Y eso significaría que tendría que cambiar mi estrategia:
Si no quiero perder dinero con este proyecto, tengo que esforzarme para poder generar - al menos - los costes de la plataforma cada mes, es decir, tendría que centrarme en vender los cursos que ya tengo creados y buscar crecer, cuando aún no tengo claros ni los copys, ni los canales, ni los medios para hacerlo.
Sin embargo, el haber sido cauto con los gastos del proyecto, me permite tomarme las cosas con una cierta calma y poder centrarme en crear un buen producto, explorar las cosas que funcionan y las que no, intentar generar comunidad y poder empezar a crear nuevos cursos.
Resumiendo…
Como os decía al principio de la newsletter, ahora mismo la prioridad no es vender los cursos y generar ingresos.
La prioridad, ahora mismo es poder escuchar el feedback de los alumnos e intentar mejorar al máximo el curso, para que aporte (aún más) valor. Cosas como la estructura, el onboarding, los contenidos, cosas que no están suficientemente bien explicadas…
Y también aprender a cómo transmitir la propuesta de valor de una manera efectiva, es decir, conseguir llegar a mi público objetivo de una manera efectiva, descubriendo los canales que mejor funcionan, los mensajes que realmente transmiten el proyecto…
Es decir, mejorar el producto y tener muy claro lo que funciona y lo que no, antes de pisar el “acelerador” e intentar vender.
Dos ideas que me gustaría que quedaran claras de esta newsletter, por si le pueden ser de ayuda a alguien:
Intenta gastar lo mínimo posible en transmitir tu propuesta de valor en los comienzos del proyecto.
Conoce las limitaciones que te puedan generar las elecciones de las herramientas y plataformas al comienzo de la validación de tu proyecto, y tenlas en cuenta.
Puede que haya otros enfoques más adecuados para afrontar los M.V.P. y quizá el enfoque de crear algo realmente completo y con más posibilidades de crecimiento pueda funcionar, sin embargo, Nocodehackers busca ser un proyecto sostenible y la clave de la sostenibilidad (al menos por ahora) reside en minimizar los gastos.
Poder explorar otras vías es una de las ventajas que me aporta este enfoque, y sobre todo hay una de ellas de la que estoy muy contento, que es el poder dedicar tiempo a conocer gente del ecosistema #nocode.
Conociendo a Relate.app y Eden Vidal
Ejemplo de ello, es que esta semana he tenido la suerte de poder entrevistar a Eden Vidal, CEO y Founder de Relate.app, un constructor visual para la web, con el código en mente, que son una auténtica pasada y acaban de ser Producto #1 del día en Product Hunt.
Hemos charlado durante más de 30 minutos acerca del futuro del desarrollo web, los productos digitales, el nocode y el with-code (término que me encanta). Si no conocéis a Relate, os dejo un vídeo en el que podéis ver quienes son, y tenéis el enlace a la entrevista en el siguiente botón: