#116 - La dulce armonía entre trabajar y vivir
Una reflexión personal sobre la sutil línea que divide ¿o no? trabajo de tu vida.
En ocasiones, escribo sobre temáticas que tienen que ver sólo tangencialmente con el no-code, pero directamente sobre mi vida. Así que espero que la disfrutes y si resuena contigo, compártela.
Si lo hace, compártela. Nada me ayuda más.
¡Hola!
Pasar por el Coliving de SinOficina me ha proporcionado una oportunidad para reflexionar sobre estos últimos dos años.
Y es que tengo una sensación realmente extraña: A veces, me parece que es ayer y a veces me parece que soy una persona completamente diferente que ha vivido 5 años, en vez de dos.
Hace dos años tenía claramente diferenciada la vida y trabajo.
Vida es todo lo que sucede a partir de las 18:30; Trabajo: todo lo que sucede antes.
Fácil.
Y he estado muy contento así durante 4 años y medio. Esa separación marcada por las agujas del reloj marcaban dos espacios claramente distinguibles. La persona que trataba de dar sus primeros tumbos en el mundo de la innovación por las mañanas, el fotógrafo/guitarrista/deportista por las tardes.
Sin embargo, el día que lancé Nocodehackers esa línea empezó a ser difusa.
¿Cómo puedes llamar trabajo a algo que te proporciona tanta energía? Cuando ocupa cada pensamiento de tu cabeza desde el momento que apoyas la cabeza en la almohada hasta que te duermes.
Le dedicas tus días libres, tus horas muertas. El “trabajo” empieza a comerse el espacio que antes estaba reservado a tu vida.
Sin embargo, lo disfrutas. Aún siguen las barreras claras.
Todo cambia cuando decido vender el proyecto y formar parte de minimum.run.
De repente lo que hago para Nocodehackers tiene un impacto en minimum.run y viceversa.
Descubro un juego infinito de oportunidades que nunca se agota. Y como un niño, puedes jugar a trabajar tantas horas como quieras; además, viene acompañado de una de las mayores pasiones de mi vida. Estar rodeado de gente inspiradora. Poder adentrarte por minutos en la mente de gente que admiras. Estrechas nuevos lazos, conoces nuevas personas. Te recargas.
De lo profesional, descubres que es sencillo pasar a lo personal. Es más, lo buscas.
Te acercas a gente que te inspira, gente como Bosco Soler que deciden pasar tiempo junto a ti y crear oportunidades juntos. Te descubres viéndote reflejado en cuanto a valores, en otras personas, conociendo a esa gente que además de admirar en el plano profesional, admiras en lo personal.
Descubres que esto no va de trabajo, si no que va de personas.
Se cae el telón de acero que dividía trabajo de vida.
🎭 A través de la cuarta pared
Una de las cosas que más me fascina del teatro es la cuatridimensionalidad de la representación.
Todo sucede entre tres líneas que demarcan el final del escenario. La obra está contenida y delimitada.
Sin embargo, hay veces que los actores deciden romper esa pared e interactuar con el público - ya sea pidiendo su ánimo, respondiendo a preguntas o contando sus pensamientos.
En ese momento la fina línea que divide a la audiencia de la representación se diluye.
Siento que estoy constantemente derribando paredes.
Cuando viajo a Madrid - claramente por trabajo - hay momentos en los que coincido con gente con la que llevo compartiendo de manera virtual mucho espacio. Ocasiones como las que vamos a comer con Elena o Celia y nos contamos nuestras vidas.
Conectamos.
Y va más allá del trabajo. De hecho quien me conoce sabe que soy una persona que disfruta más bien poco de tener que hablar sobre el proyecto que estoy construyendo. Me fascinan las personas detrás de las cuentas de Twitter. Me fascinan las mentes detrás de los proyectos que sigo y admiro.
Entonces, ¿Cómo llamar trabajo a algo que es mucho más cercano a una amistad?
De hecho, echando la mirada atrás a mis últimos dos años, puedo llamar a mucha más gente con la que trabajo, colaboro o comparto espacios a nivel profesional amigos, de lo que podría decir de aquellas personas que pertenecían única y exclusivamente al espacio “Vida”.
🌊 La fluidez del tiempo
Sin embargo, este derribo de la cuarta pared entre vida y trabajo no viene únicamente con parte positiva.
Lo que funciona para un lado tiende a funcionar para el otro. Hay ocasiones en las que estás disfrutando de un merecido descanso en el sofá y de repente un pensamiento intrusivo se cuela en tu cabeza.
¿Habré enviado esa propuesta? ¿He enviado este email?
Y esto puede generar un estrés al que no estás acostumbrado. Siempre me ha sido fácil desconectar y preocuparme mañana.
Problema del Álex del futuro.
Sin embargo muchas veces no es tan sencillo. No existen esos momentos de diferenciación clara y nunca acabas de no pensar en tu parte profesional - lo cual, mal gestionado puede llevar por caminos realmente peligrosos.
Lo profesional se cuela en lo personal, al igual que lo personal se cuela dentro de lo profesional. ¿Estar en Twitter cuenta como trabajo?
Resuena conmigo el concepto de “Vida Líquida” de Zygmunt Bauman:
Se caracteriza por no mantener ningún rumbo determinado puesto que se halla inscrita en una sociedad que, en cuanto líquida, no mantiene por mucho tiempo una misma forma. Lo que define nuestras vidas es, por lo tanto, la precariedad y la incertidumbre constantes.
Fluir.
Fluir como contraposición a la búsqueda incesante de un equilibrio. Y es que resulta que hay dos tipos de equilibrios en esta vida, los equilibrios estables y los equilibrios inestables.
🎪 En busca del equilibrio
Si nos vamos a la definición más esencial, el equilibrio no es más que física.
Estado de inmovilidad de un cuerpo sometido a dos o más fuerzas de la misma intensidad que actúan en sentido opuesto, por lo que se contrarrestan o anulan.
Cuando hablamos de equilibrio-vida-trabajo, estamos hablando de dos fuerzas que actúan en sentido opuesto. Nuestro tiempo es finito, con lo que debemos elegir en qué lugar existe nuestro equilibrio.
Pero nadie nos dijo que había dos tipos de equilibrios.
Equilibrio estable: En el que después de una perturbación el objeto regresa a su posición inicial.
Equilibrio inestable: En el que después de una perturbación el objeto se aleja de su posición inicial (para alcanzar, usualmente, su posición de equilibrio estable).
Buscar equilibrar la vida con el trabajo me recuerda a ese equilibrio inestable. Es muy sencillo que una vez encuentras una posición de confort, de equilibrio, este desaparezca.
Aparecen estresores, que tratan de desbalancear este equilibrio.
Ya sea por un pico de trabajo, por una mala época a nivel mental o que simplemente descubras que tienes una nueva pasión que perseguir.
Cuando un lado se descompensa demasiado, saltan las alarmas y decidimos poner en marcha acciones correctivas para regresar al equilibrio -cosa que habitualmente se hace cuesta arriba-.
A eso le debemos sumar una tercera dimensión: el tiempo.
Como seres humanos, vivimos, aprendemos y experimentamos con el paso del tiempo. Nuestras pasiones mutan como mutan nuestros amores. Nuestra vida fluye (Vida Líquida) y nos transformamos en otras versiones de nosotros mismos.
Y lo que en su día era un equilibrio estable puede que hoy ni siquiera sea una posición de equilibrio para ti.
Es por ello, que robándole la frase a mi amigo José Iglesias, me gusta hablar de armonía.
🎶 La armonía entre la vida y trabajo
Hablar de equilibrio es hablar de fuerzas en oposición. Armonía es algo completamente diferente. Según su definición.
Proporción y correspondencia de unas cosas con otras en el conjunto que componen.
No hablamos de contraposición, si no correspondencia. No hablamos de punto de equilibrio si no de proporción.
Y sobre todo, hablamos de ambas como parte de un conjunto, que es lo realmente importante.
El conjunto eres tú.
Cuando no existe esa barrera diferenciada entre vida y trabajo y las dos fluyen, lo que debemos buscar es esa proporción.
¿En qué momento vital estoy? ¿Es un momento en el que puedo dedicarle más horas a mi parte profesional? ¿Es un momento en el que tengo que centrarme en mi familia, amigos o en mi mismo?
La respuesta, es fluida. Varía con el tiempo. Como bien dice Danny:
Busco con esto hacer que mi vida y mi trabajo no sean partes diferentes de mi, si no partes de un todo, que soy yo.
Poder integrar mis amistades en mi trabajo y mi trabajo en mis amistades. Mis aficiones ¡siempre he sido de crear cosas! ahora resulta que me proporcionan dinero y se considera trabajo. No puedo evitar preguntarme ¿acaso estaba en equilibrio cuando no era así?
Creo que desde ciertas posiciones de privilegio - no nos olvidemos de tenerlo presente - es un debate realmente útil y que aporta.
Armonía y no equilibrio. Correspondencia y no contradicción.
🔗 ¿Dónde están los límites?
Una reflexión que me ha parecido realmente interesante es hablar de los límites.
Todo el discurso suena bonito en la teoría pero es realmente complejo de aplicar en tu vida privada. Especialmente cuando no eres únicamente tú si no que compartes espacio vital con tu pareja, amigos o familia.
Y es que esa armonía propia -o la búsqueda de- puede que genere en esas otras personas estresores, que desequilibren, que no coincidan.
Es ahí donde entran los límites. Una serie de reglas pre-establecidas del juego que tanto tú contigo mismo como con las personas que te rodean defines como espacio seguro.
Y a veces son necesarios. Yo tengo claros los míos. Los Viernes no voy a trabajar salvo excepción y los fines de semana son territorio prohibido al trabajo.
Pero volvemos a lo de antes. ¿Cómo limitas el trabajo cuando no sabes qué es trabajo?
¿Escribir esta newsletter un Lunes a las 20:30 es trabajo? ¿Está fuera de los límites?
Para ello creo que hay otra palabra que debe formar parte de la ecuación. Consciencia.
Es necesario ser consciente de cuando se producen descompensaciones en nuestra armonía. De vez en cuando surgen acordes disonantes en tu discurso vital.
Para mí, el mejor ejemplo es Giant Steps, de Coltrane. Y con esto cierro.
🎶 A pasos de gigantes
Para entender esta canción tenemos que entender cómo se grababan las canciones de Jazz. Habitualmente son improvisaciones sobre una serie de acordes con muy, muy poco tiempo de improvisación.
Hay un momento en esta canción que realmente es esclarecedor, en el que Tommy Flanagan (pianista) se enfrenta a improvisar en su solo. Un solo en el que se nota que la armonía que está por detrás, los cambios de acorde es algo a lo que no se ha enfrentado nunca. No está preparado para afrontar esta armonía.
Sin embargo, en el segundo en el que Coltrane afronta el mismo solo, empieza a fluir en un solo que es realmente como si fuera completamente natural para él.
Para Coltrane, existe una armonía que es únicamente evidente para él, un hilo conductor de su discurso, mientras que Flanagan lucha por encontrar el equilibrio entre los distintos patrones que está acostumbrado a tocar.
(Si quieres profundizar en esta historia, aquí te lo dejo bien explicadito)
Por resumir…
Hay veces que nos encontraremos como Flanagan, luchando por improvisar sobre una serie de acordes a los que nunca nos hemos enfrentado, que no dejan de cambiar y que van demasiado rápido como para tan siquiera pararse a pensar qué está sucediendo.
Pero cuando todo fluye.
Cuando encuentras tu armonía, nacen solos increíbles que cuentan tu historia.
Busca ser tu propio Coltrane.
Encuentra tu armonía, sea cual sea.
Hasta aquí esta edición, que no es más que el preámbulo de un debate más amplio y fluido que me encantará tener contigo, que estás leyendo estas líneas.
¿Qué te parece? ¿Qué opinas? Cuéntamelo.
Disclaimer: Toda esta opinión personal no es más que una reflexión desde la posición que la vida me ha acabado poniendo y no es más que una muestra de mis pensamientos en este momento de mi vida. Soy un afortunado por poder dedicar mi vida a esto y estar en este proceso de buscar la armonía. Pero no siempre la encuentro.
Qué buen correo escribiste Alex!, me siento muy identificado desde mi propia perspectiva de como he encaminado la vida. Qué importante es reflexionar sobre el camino y hacer el camino.
Gracias por compartirlo, me es motivante leer esas perspectivas más ahora que estoy en nuevos desafíos que encaminan una vez más la forma de querer vivir en velocidades y espacios distintos al supuesto "establishment" que nos rodea y que por sobre todo dependen de uno para llegar a ello.
Gracias!!!
Saludos Alex.
No espero encontrarme con este contenido cuando estoy aquí para enterarme de las novedades no code de la semana.
Imagina lo que valoro tu newsletter, "la de no code", que es el único boletín en español que leo.
Creo que esas reflexiones son para otro espacio.